Jacques Schwarz Bart: Sone Ka La 2

Con ‘Sone Ka La 2’ vuelvo a reencontrarme con el saxofonista guadalupeño Jacques Schwarz Bart, a quien le conocí allá por el año 2014 cuando editó ‘Jazz Racine Haiti’.

Desde entonces le perdí la pista hasta este bonito reencuentro, pues ‘Sone Ka La 2’ es un trabajo francamente bueno y, como dice uno del baloncesto, disfrutón.

‘Sone Ka La 2’ es la continuación de ‘Sone Ka La’, un disco lanzado en el año 2007 tras las giras que realizó con el cantante D’Angelo y el trompetista Roy Hargrove.

Con este disco, pero no sólo con él, Jacques Schwarz Bart regresa a la música con la que creció en su Guadalupe natal; el gwoka.

Se trata de una música creada por los esclavos que tenían los franceses en las Antillas y que es una mezcla de sonidos africanos mezclados con los ritmos franceses de sus amos, que tiene en el tambor ka su máxima expresión..

Una música, el gwoka, que, dicho sea de paso, se ha convertido en patrimonio inmaterial de la humanidad según la UNESCO.

Y todo ello unido por el saxo tenor de Schwarz Bart que posee un rotundo sonido del mejor jazz moderno.

En los diez temas que componen este sobresaliente disco hay un amplio rango de influencias, que van desde el free (‘Ron Jack’), hasta el post hard (‘Zero gravitiy’), pasando por los ritmos más bailables y fáciles de asimilar (‘Pa Gade’) y los sonidos caribeños (‘Ami Bongo’).

Mención aparte merece ‘Tandé’, el tema que cierra el disco y donde la madre del saxofonista, la escritora Simone Schwarz-Bart recita uno de sus poemas.

Pero si las composiciones son muy estimables, todos ellas creaciones de Jacques Schwarz Bart, no lo es menos el grupo que acompaña al saxofonista, con Gregory al piano, Reggie Washington al contrabajo, Arnaud Dolmen a la batería y Malika Tirolien en la parte vocal.

Ha sido un placer volver a escuchar y recuperar la música de este hombre que junta en su biografía las tradiciones culturales francesas, antillanas y judías.

Vale.

Y.M.