Jeremy Pelt: Soundtrack

El trompetista Jeremy Pelt se ha convertido en uno de los más destacados intérpretes del más genuino hard bop, no exento de una envidiable modernidad.

Y lo ha logrado gracias a una carrera firme y segura, sin dar bandazos a la hora de afrontar el jazz que practica.

Su nuevo disco lleva por título ‘Soundtrack’, aunque lo parezca no tiene nada que ver con las bandas sonoras de las películas, ni pretende ser la música de una vida, un momento, una idea. Sólo se trata de tocar buen jazz.

Voy a ponerme anti niutoniano y a aventurar una hipótesis: aunque no lo parezca por el título del disco, igual, acaso, tal vez, haya que leer el título como ‘Sound’ ‘track’, algo así como pistas, vías, de sonido, y que ‘Soundtrack’ no sea otra cosa que un vacile, un intento de despistar del trompetista.

Jeremy Pelt, que ha sido un habitual de los escenarios españoles, pues no en vano se le podía escuchar, al menos durante una semana al año en el Café Central de Madrid, ha dado con este disco el mejor de sus trabajos hasta la fecha.

Es un disco dinámico, a ratos francamente brillante, con un grupo muy compenetrado y donde la música parece surgir sin esfuerzos.

Una de las bondades del disco es la presencia del pianista Victor Gould, que, por ejemplo hace un trabajo encomiable en ‘Be the Light’, y, sobre todo, la labor de la vibrafonista taiwanesa Chien Chien Lu, todo un descubrimiento que va a merecer la pena seguir. Hay que hacer notar que Jeremy Pelt estuvo en el disco de debut de la vibrafonista, y que por lo tanto no son ningunos desconocidos el uno para el otro.

La idea que tenía Pelt cuando se puso a hacer este ‘Soundtrack’ lo explica perfectamente él mismo: «Ha sido un momento difícil para todos nosotros, así que no nos preocupemos por enviar mensajes de unos minutos. Aquí estamos, tocando algunas canciones y divirtiéndonos».

Y esa falta de prejuicios es lo que hace tan bueno este disco.

Vale.