Eduardo Blanco es un trompetista asturiano que habita, como tantos músicos españoles, en Ámsterdam y que acaba de publicar su primer disco como líder; ‘Childhood Memories’.
El disco está grabado en los estudios de Max Bolleman en Bélgica. Le acompaña en la aventura el International Quartet, fundado por el mismo formado, y formado por Dirk Balthaus al piano, René de Hilster a la batería y el bajista belga Jean-Louis Rassinfosse.
Como dicen por Asturias Eduardo es medio “moscón (de Grado), medio praviano (de Pravia)” y ama el jazz en su vertiente más clásica y lo demuestra en los 5 temas de este debut.
La elección de un ingeniero como Max Bolleman es ya es toda una declaración de intenciones.
Bolleman es un referente del estilo musical y ha grabado más de 1.500 discos para la famosa compañía ‘Criss Cross Jazz’ en Nueva York, entre los que destacan los realizados con Dizzy Gillespie, Art Blakey, Elvin Jones, McCoy Tiner, Joe Henderson, Chet Baker, Wyntom Marsalis o Hank Jones.
Lo que Eduardo y su gente desarrollan en estas Composiciones es jazz del de siempre con detalles de música clásica como en el inicio de ‘The Lamp Is low’ donde se escucha la ‘Pavana para una infanta difunta’ de Ravel. Es música honesta, sin sorpresas, pero de calidad.
Temas como el inicial “Larambere Message”, “Childhood Memories” o “For Eternity” dan la justa medida de lo que Eduardo busca.
I. Ortega
Músicos: Eduardo Blanco (trompeta), Dirk Balthaus (piano), Jean – Louis Rassinfosse (contrabajo), Rene De Hilster (batería) Año: 2018 Estilo: Jazz moderno |