Cinco años ha tardado en lanzar un nuevo disco el trompetista neworleansino Nicholas Payton después de su “Sonic trance”. Este nuevo trabajo, que hace el octavo de su carrera, trae algún cambio importante; para empezar ha firmado con la disquera Nonesuch que parece dispuesta a convertirse en el sello de referencia del jazz contemporáneo; y para seguir, y esto es una sorpresa; Payton se lanza a cantar por primera vez en este disco. Lo hace en “Blue” y es verdad que lo realiza con discreción, como quien pasa por ahí sin querer, pero lo cierto es que ahí está.
Este “Into the blue” es un disco a la vez de síntesis, pues en él se mezclan sus raíces más tradicionales y sus nuevos intereses sonoros hacia el funk y la electrónica; y de futuro, pues parece marcar la que puede ser una interesante línea de trabajo en los próximos años.
El tono general del disco es el de una cierta melancolía. Las diez canciones del disco están atravesadas como por un halo de ausencia. Y es que parece que la sombra del huracán Katrina es alargada. Ocho de los temas están firmados por el trompetista, entre ellos la hermosa “Drucilla” con la que se abre el disco, y la atrayente “Triptych”, la canción más larga del todo el álbum. Las excepciones son un par de versiones; “Nida”, una composición firmada por su padre, el contrabajista Walter Payton; y “Chinatown”, de la banda sonora creada por Jerry Goldsmith para la película de Roman Polansky.
Ciertamente “Into the blue” no es el disco total que todavía tiene que firmar Payton, pero tienes los suficientes puntos de interés como para prestarle atención.
Jota Punto
Discográfica: Nonesuch Distribuidora: Warner Año: 2008 Músicos: Nicholas Payton (trompeta); Kevin Hays (piano, Fender Rhodes); Vicente Archer (contrabajo); Marcus Gilmore (batería), Daniel Sadownick (percusión) Estilo: Jazz moderno |