Si el abuelo fue y el padre es pianista y compositor; no tiene nada de extraño que los nietos e hijos se acaben dedicando a lo mismo; no se si es un cuestión de genes pero seguro que es una cuestión de ambiente vital. Esto es lo que les ha sucedido a los hermanos O’Farrill. o sis se prefiere O’Farrill Brothers; Adam, trompetista, y Zack, batería, ambos nietos de Chico e hijos de Arturo O’Farril. Su debut discográfico como líderes de su propio formación lleva por título Giant Peach (Zoho Music/Karonte).
Aunque dedicarse profesionalmente a lo mismo que tus predecesores familiares no suele ser una buena idea, máxime cuando han alcanzado elevados niveles de excelencia por aquello de las inevitables –y odiosas para quien las sufre- comparaciones; lo cierto es que a los O’Farrill Brothers hay que tomarlos en serio. Está claro que son muy jóvenes pero también que están ‘suficientemente preparados’, y lo que llama la atención de este quinteto, que aparecen en la portada del disco como si de un ‘gang latino’ de Nueva York se tratara, es su madurez, y es que la herencia de las aguas de las que beben son realmente profundas.
Los ocho temas del disco se dividen en dos partes; la primera estaría compuesta por tres canciones; entre las que se encuentra el único standar del trabajo; el Stablemates de Benny Golson, y donde ya se aprecian por donde van a ir los caminos de estos cinco jóvenes; y dos temas más obra del saxofonisa Livio Almeida y del contrabajista Michael Sacks, una de las revelaciones de este álbum (excelente su solo en Giant Peach). Las otras cinco piezas están firmadas por el trompetista Adam O’Farrill donde da salida a su variado registro compositivo.
Aunque por venir de donde vienen se podría pensar, y con razón, que los hermanos O’Farrill van a irse por la senda del latin jazz, lo cierto es que no es así. De hecho el quinteto apuesta por un post bop muy moderno, en el que pueden aparecen tanto influencias brasileñas como de free jazz. El trompetista rinde un homenaje a Freddie Hubbard en el final de Afterwalk, donde inteligentemente incorpora un riff de Red Clay.
Está claro que a los hermanos O’Farril y a sus acompañantes (¿otros ‘jóvenes leones’?) habrá que seguirles la pista en el futuro.
José Manuel Pérez Rey
Músicos: Adam O’Farrill (trompeta); Livio Almeida (saxo tenor) ; Zaccai Curtis (piano); Michael Sacks (contrabajo); Zack O’Farrill (batería) Discográfica: Zoho Music Distribuidora: Karonte Año: 201o Estilo: Jazz moderno |