Son dos de los músicos de jazz más interesantes que hay en la actual escena del jazz que se toca en España. El argentino Horacio FUMERO es todo un clásico, pues no en vano fue el último contrabajista que acompaño a Tete Montoliu. Lo cual es suficiente carta de presentación para saber de sus cualidades.
Por su lado, el pianista Albert BOVER hace mucho tiempo que dejó de ser una esperanza para convertirse en la realidad del gran músico que es hoy en día, que posee un don poco frecuente en este negocio de la música: su curiosidad intelectual. A lo largo de su carrera BOVER ha demostrado tener recursos más que sobrados para escapar de cualquier encasillamiento estilístico en el que se le haya tratado de recluir.
Estos dos músicos acaban de lanzar “Caminhos cruzados (Contrabaix/Karonte), un disco de dúo que continúa un proyecto comenzado hace trece años. El álbum contiene temas propios y ajenos, donde caben tanto composiciones de Wayne Shorter como de la argentina Eladia Blazquez. Este disco demuestra que los años en la música aportan sabiduría y que da como resultado un tranquilo y bello disco que deja al oyente con ganas de más sesiones de este estilo.
Este es su segundo disco conjunto desde su primero en 1997. ¿Por qué han tardado once años en volver a grabar un disco?, y ¿Cómo surge la posibilidad de volverse a reunir?
BOVER: Ya pensamos hace tiempo en sacar otro, a raíz de la grabación de un concierto en el Festival de Jazz de Barcelona de teloneros de Ruben González, pero al final ese disco no salió.
¿Tocar a dúo añade una mayor dosis de libertad o de responsabilidad?
FUMERO: Como en la vida misma, cuanta más libertad más responsabilidad. La libertad solo es posible a través del conocimiento y el conocimiento implica el desarrollo de la conciencia, de la responsabilidad. Si no es así no estamos hablando de libertad, quizás de la sensación de libertad que puede producir la ignorancia….
Elegir también es rechazar. ¿Cuál ha sido el criterio para seleccionar estos temas? ¿Por qué tantos estándares?
BOVER: Tocamos lo que nos gusta y lo mejor que sabemos. Hay grandes discos de estándares y otros de temas originales, y hay discos con resultados no tan buenos . Para mí en la música como en todo, es más importante el ‘Como’ y el ‘Por qué’ que el ‘Qué’.
¿Han grabado sólo lo que aparece en el disco o hay más canciones? En ese caso, ¿Habrá un tercer disco con los descartes?
FUMERO: Creo que en total grabamos 16 temas en unas tres horas, fue como una larga actuación en directo, con alguna segunda toma. No sé muy bien que se hará con el material no editado, hablamos algo de ponerlos en internet, pero no sé exactamente como.
“Monk’s dream” acaba con la quinta sinfonía de beethoven. ¿cómo se relacionan con la música clásica y qué papel juega en su trabajo?
BOVER: En la melodía de Monk’s Dream, al final de los primeros ocho compases, y de nuevo al final de 16 y de 32 puede oírse :Taaa, ta-ta-ta, taaaaa. A mí el ta-ta-ta taaa (tresillo de corcheas y una nota larga después), me recordaba el motivo del a quinta Sinfonía de Beehoven. Monk ponía mucho humor en su música. Estoy seguro que esta cita le hubiera divertido. Sobre la música clásica, hay músicos de jazz a los que nos inspira y ayuda y otros que prescinden o aborrecen de ella. Las dos vías me parecen muy válidas, pero yo no paso un día sin tocar algo de Bach.
¿“Raynald’s doubt” es un homenaje a Raynald Colom?
BOVER: Es un tema que toqué con él en el Jamboree hace tiempo, sí. Lo escribí imaginándole tocando la melodía sobre la base de un trío de piano.
Hay dos temas de Wayner Shorter ¿Qué les interesa de este músico?
FUMERO: Shorter es uno de los más grandes compositores del siglo XX. Su música, aunque muy sofisticada, está profundamente enraizada en el blues. Ya en el primer cd del dúo tocamos algún tema de Shorter. Sus melodías y armonías son muy sugerentes para desarrollar un dialogo entre el piano y el contrabajo.
El título del disco es “Caminhos cruzados” que sería la traducción de ‘crossroads’ ¿es este un disco de músicas y experiencias cruzadas?
FUMERO: El titulo de un tema de A.C.Jobim, que está incluido en el cd, sirvió para dar nombre a este trabajo. Creo que es buena la definición, somos dos personas que en algún momento, hace muchos años, nos encontramos a través de la música, para descubrir que compartíamos unas cuantas aficiones más.
Antes de grabar el disco estuvieron tocando en el Café Central de madrid. ¿Esas actuaciones fueron un ensayo general para el disco y para calibrar la respuesta del público?
BOVER: Nunca he visto a la gente que viene a escucharnos como cobayas o conejillos de indias. Son gente que vienen a disfrutar y intentamos transmitirles nuestra pasión y nuestra manera de sentir y hacer música. Pero claro está que de paso sirvió como ensayo de la música en una situación real, sí.
Cuando tocan juntos, ¿Se buscan o se encuentran?
BOVER: En los mejores momentos, encontramos algo que ni él ni yo sospechábamos que podíamos tocar y nos miramos o nos reímos: es la magia de la música, del jazz, dónde uno va tocando y en una buena noche surge algo del todo inesperado que puede incorporarse o no, como arreglo propio.
¿En este dúo hay un líder y otro que acompaña?
FUMERO: No hay líder en el sentido de que todo lo que hacemos es una decisión compartida, pero cuando estamos tocando es la música la que manda, y a veces la música requiere un líder, que puede ser, según el momento, uno u otro de los instrumentos (insisto: instrumentos, no instrumentistas).
La grabación comprende el disco físico pero hay un tema que se puede descargar desde website de Contrabaix: una versión del “Old bottle, new wine” de Bover. ¿Cuál fue el motivo de que ese tema se quedase fuera del cd y lo dejasen como bonus track?
FUMERO: “Old Bottle, New Wine” es una preciosa composición de Albert (con un título bastante aclaratorio por cierto) que ya habíamos grabado en dúo en mi cd “Desde Barcelona “, aunque esta versión es muy diferente de la anterior, los productores prefirieron no incluirla en el disco físico.
Parece que la industria lo ve como enemiga, por aquello de las descargas ilegales, pero en cuanto que músicos ¿cómo ven internet para la difusión de la música?
BOVER: Yo no veo mal que haya más acceso a la música. De todos modos, la mejor manera de escuchar música es en vivo. Hay una energía allí, una presencia, que ninguna grabación acústica puede captar.
En este del jazz, y la música en general, ¿No creen que cada vez es más un deporte: quien toca más rápido y llega más lejos, que un arte?
FUMERO: Siempre han existido personas cuya inseguridad personal les hace ver la vida como una competición, en cualquiera de sus formas. Ello no significa que un músico no deba trabajar para lograr técnicamente lo máximo en su instrumento. Lo que pasa es que cuando se hace música, la que debe mandar es la música, y el instrumentista ponerse al servicio de ella y no al revés. Desprenderse del ego personal en la ejecución de una pieza de música es el máximo logro.
La industria de la música está en crisis desde hace mucho tiempo, es sabido, pero ¿Compran ustedes discos?, ¿Cuáles han sido los últimos que han comprado y que recomendarían?
FUMERO: La gran industria discográfica, la de los muchos millones, está en crisis, ellos sabrán por qué. En lo que nosotros hacemos creo que las cosas siguen más o menos como siempre. El último disco que compré fue el de Perico Sambeat con la Big Band Flamenca, al acabar la actuación en la plaza de la catedral de Barcelona.
BOVER: Yo sigo comprando discos. Los mp3’s que la gente compra o descarga solo suenan bien en un portátil, pero muy mal con un equipo de Alta Fidelidad. Haced la prueba, el piano suena a lata, como sampleado, el sonido general es hueco, delgado. Yo sigo comprando novedades de jazz o de música clásica. Recomendaría a Craig Taborn, The Bad Plus, Aaron Parks, Miles Okazaki, Dave Binney de jazz. Y no me cerraría a un solo género, compraría también música étnica, clásico, contemporánea-Kyle Gann, Ligeti-, etc.
José Manuel Pérez Rey