El organista Mauri Sanchis es una “rara avis” en la escena jazzística española, al menos por dos razones. La primera, que se dedica en cuerpo y alma al jazz-funk, alejándose de la ortodoxia imperante en la escena nacional. Segundo, porque en mundo cada vez más cosificado él ha decidido ir por libre y hacerse autodidacta de su instrumento: el órgano Hammomd B-3, del cual, y gracias a su valía, la empresa constructora le ha nombrado endorser del mismo.
La música de Mauri Sanchis es como él mismo, desprende amabilidad y buen rollo, alejado de esa distancia de engreimiento artístico tan habitual en otros músicos.
Cómo surge tu afición e interés por el órgano, y en concreto por el Hammond B-3.
Mi primer contacto con el sonido Hammond vino en la adolescencia cuando dejé de lado toda la música de sintetizadores de Jarre, Vangelis y Oldfield y descubrí a Dire Straits, Clapton, B.B. King y demás música negra. En toda esa música siempre había un sonido capaz de causar momentos sutiles y, al mismo tiempo de crear solos desgarradores. Con el tiempo descubrí que se trataba en la mayoría de los casos de un Hammond B3 sonando a través de un leslie 122. Pasaron bastantes años hasta que, gracias a internet, encontré un taller en Italia donde restauran Hammonds y otros instrumentos vintage y me pude comprar uno. Esa decisión cambió mi vida.
Eres autodidacta. Cuáles son las ventajas e inconvenientes de este tipo de formación.
Yo, personalmente, no le veo ninguna ventaja aunque muchos músicos con los que he tocado y sí tienen formación académica valoran mucho que yo sea autodidacta. Por el contrario, yo les veo leyendo partituras a primera vista, ensayando fraseos super complicados y es algo que admiro muchísimo porque yo carezco de esa disciplina y creo que me ayudaría muchísimo. Sin embargo, para mi es absolutamente imposible sentarme a tocar escalas. En el momento en que pongo las manos en las teclas y probar ese tipo de ejercicios, me aburro y tiendo a componer un tema nuevo. Siempre me he dicho a mi mismo que algún día aprenderé solfeo y podré profundizar en mi instrumento como hacen otros colegas pero, la verdad, es que con el paso del tiempo voy asumiendo que cada uno tiene un camino y el mío parece bastante claro.
Dices que no haces jazz, aunque yo creo que sí, en cualquier caso, cómo definirías la música que tú haces.
Digo que no hago jazz porque mis influencias nunca han sido ni Miles Davis, ni Coltrane, ni Parker, sino Clapton, Booker T., Santana, etc…y eso se nota en mi forma de entender la música, en mis composiciones, en mis fraseos…en todo lo que soy como músico. La verdad es que, al decir eso, estoy intentando dejar claro que no quiero herir las sensibilidades de nadie. Y por ese mismo motivo, también te digo que no hago blues. De hecho, estoy en un terreno en que los músicos de blues me consideran jazzman y los de jazz me consideran bluesman. Ahora hay quien dice que hago Funk-jazz, me parece bien. Soul groove, pues también me parece bien. La verdad, yo solo espero poder seguir haciendo mi música tal como la entiendo y que haya gente dispuesta a escucharla y, sobre todo, a respetarla como yo hago con las otras músicas.
Prácticamente eres el único músico español que hace funk-jazz. ¿Te sientes una rara avis en el panorama jazzístico español?
En el ámbito nacional hay muy buenos y muy variados proyectos. Se está haciendo mucha música de difícil clasificación pero de un altísimo nivel y creo que estamos intentando tener cada uno nuestra personalidad muy diferenciada, así que me siento uno más. Donde sí me siento un rara avis es en el ámbito del Hammond, no sólo a nivel nacional, sino internacional. Hay miles de proyectos muy buenos pero con un sonido y una estética muy similar, la verdad es que veo muy poca evolución. Hay dos tendencias mayoritarias. Por un lado, los seguidores del formato de trío standard de jazz con guitarra y batería, imitando a Jimmy Smith. Por otro, los seguidores del acid jazz, ya sea en trío o con metales, al estilo James Taylor Quartet, incluso siguiendo la estética setentera. En mi opinión, para lo bueno y para lo malo, antes que ser alguien que pretende sonar igual que tal o cual organista, prefiero sonar a Mauri Sanchis. Imagino que este es uno de los motivos por lo que la crítica esté tratando tan bien mis proyectos.
Tu segundo disco lleva por título Good Vibes!!! ¿Cómo surge la posibilidad de grabarlo en su sello alemán? ¿Las discográficas españolas no están interesadas en tu trabajo?
Good Vibes!!! no es diferente de cualquier cd grabado hoy en día. Se trató de una autoproducción desde el inicio hasta la masterización para luego intentar lograr un sello. Fue un proceso de un año y enviamos el disco a muchos sellos. Recibimos ofertas de sellos de Holanda, Italia, Inglaterra, Japón, Argentina y también de España, por supuesto. Pero, como comprenderás cuando llegó la propuesta de BHM, no tuve duda alguna. Estar en un catálogo tan corto de artistas internacionales como Joe Zawinul, Maceo Parker, Hiram Bullock, Mike Stern, etc…no es algo que puedan decir muchos artistas nacionales. De hecho, soy el único artista español en BHM y también el único organista de ese sello, así que estoy muy orgulloso.
Para este disco has contado con colaboraciones de lujo (Bill Evans, Joey DeFrancesco…) ¿Cómo lo has logrado y qué tal fue tu experiencia con ellos? ¿Intentaron darte algún tipo de lección? ¿Se implicaron en el proyecto o fueron excelentes, pero fríos, profesionales?
La participación tanto de Bill, Joey como del propio Dean Brown quien grabó desde su casa ha sido algo inolvidable. Una increíble profesionalidad y, sobre todo, un cariño y un respeto por el proyecto que, como productor y compositor, agradecí mucho. Cuando estás a su lado te das cuenta de que estás ante los “grandes”.
De tu primer disco sólo repite Javier Vargas, un hombre que proviene del blues. ¿Qué aporta este guitarrista a tu trabajo para que haya colaborado en tus dos proyectos?
Javier y yo tenemos una relación extraordinaria desde hace muchos años y colaboramos siempre que podemos. He tocado con su banda y él con la mía. Él ha grabado en mis discos y ahora yo estoy trabajando para su nuevo disco, y tenemos muy buena conexión. Yo le admiro muchísimo no sólo como guitarrista sino como compositor y productor. Es una de esas trayectorias que dejarán huella en la historia de la música contemporánea de nuestro país, sin importar género.
En el segundo disco no hay ningún tema vocal frente al primero que contenía varios ¿Por qué?
En mi primer disco sí hay voces en algunos temas pero como arreglos, sin texto. Únicamente hice una versión de Ain’t no sunshine que fue más una humorada que otra cosa. La verdad es que nunca he sentido que tenía nada que decir como letrista hasta ahora en que mi mujer está esperando un bebé y me ha dado por escribir alguna cosa para el próximo disco.
Salvo por un par de temas en cada disco que son versiones de standars, la mayoría son temas tuyos. ¿Resulta difícil elegir las canciones para un disco? ¿Dirías que eres un compositor prolífico?
Antes que organista me considero compositor y quiero que mis discos tengan esa parte de mi por encima de versionar standards sacados del real book como hacen muchos músicos. De hecho, el único motivo por el que he grabado una versión en cada disco (Ain’t no sunshine y Green Onions) se debe a un consejo de “marketing” que me dio el mismísimo Dr. Lonnie Smith. Me dijo “Mauri, pon el número de temas que quieras en un disco pero nunca te olvides de incluir una versión cuyo nombre sea fácilmente reconocible por todos. Con suerte, alguien comprará el disco para escuchar la versión y acabará conociendo tu música”. Tenía toda la razón, los dos temas más vendidos en plataformas digitales son esos dos.
Tu primer disco “Less is more” es más de búsqueda y este “Good Vibes!!!” es más de afirmación?
En absoluto. Como te decía antes, de lo que más me enorgullezco es de que la prensa especializada los ha valorado como dos trabajos de diferente estilo de producción pero con un mismo sello personal. Eso es lo más importante para mi. Está claro que Good Vibes!!! aglutina 3 años de experiencia de la que no disponía con Less is More y que puede significar para algunos la afirmación de que el éxito del primer trabajo no fue una casualidad. Sin embargo, no significa en absoluto que haya encontrado un único camino a seguir. Mi intención es poder experimentar nuevas ideas en cada disco siempre que no me hagan renunciar a mi sello.
Eres “endorser” de Hammond ¿Explica qué es eso de ser “endorser” y cómo lo has logrado?
Siempre digo que ser nombrado endorser es uno de los mayores orgullos que puede tener un instrumentista. Y si la marca es la más importante en la historia de un instrumento, como es el caso de Hammond, aún más. Se trata de un vínculo entre el fabricante y el artista para promocionar por igual al músico y al instrumento. Yo, por ejemplo, tuve la fortuna de hacer la presentación mundial del nuevo XK system en la feria de Frankfurt de 2005. Una experiencia absolutamente inolvidable.
Por último, ¿Cuáles son tus proyectos de futuro más cercanos?
El proyecto más importante de mi vida llega en agosto y lo lleva mi mujer en el vientre. Él (Será niño) lleva marcando las directrices de mi vida desde diciembre y ya está marcándome las pautas de lo que será mi próximo álbum. Tendremos que esperar a que decida él, jajajaja.
José Manuel Pérez Rey