El guitarrista Nano García (Barbate, 1959) es un músico versátil capaz tanto de tocar flamenco del bueno como de hacer jazz de primera línea o de acompañar a músicos pop de gran éxito. Sus inicios profesionales se remontan a Granada cuando Carlos Cano le pidió que le acompañará a la guitarra. De allí dio el salto a Madrid y desde allí a Bruselas, donde trabajo largos años y donde creo la Nono García Belgian Band. A su vuelta a España se ha dedicado tanto a la enseñanza como a desarrollar sus propios proyectos. Y ahora acaba de retomar los estudios de filosofía que dejó inacabados hace casi treinta años.
“Al filo de la media noche” (18 Chulos) es su tercer disco como líder y es, fundamentalmente, un disco de versiones. Cada una de esas canciones, entre las que se encuentran “Caravan”, “Te recuerdo Amanda”, “Asturias Patria Querida” o “Verde que te quiero verde”, son para Nono García “como conchitas que recoges en la playa llenas de buenafortuna”.
Usted ha definido su música como “música piñonera”, con lo que cabe entender que es usted un “músico piñonero”. ¿Podría definir que es este tipo de música y de artista?
El concepto piñonero me lo inventé hace ya algunos años y sirvió para definir los músicos que viviamos debajo o al lado de los pinos aquí en Cádiz. Lo utilize para prologar mi disco “Atun y Chocolate” en el año 2001. Es meramente anecdótico y literario si bien hay que tener en cuenta que el pino piñonero se utiliza para afianzar las dunas móviles, o las personas, bebe del agua subterránea, las raices del flamenco y respira aires del Estrecho, ideas nuevas y frescas que sirven de inspiración. Representa un colectivo de músicos bilingues que a la hora actual se encuentra algo disgregado. No deja de ser un corolario de la onda setentera de Los Caños de Meca.
¿Es usted un flamenco que hace jazz o es un jazzman que hace flamenco?
Afortunadamente los que nos dedicamos a esto no somos cofrades, socios con carnet o adláteres de ninguna secta. Es una cuestión de querencias y si nuestro físico es flamenco, por los pucheros, nuestra mente vuela a paises recónditos y sugerentes. Me gusta pasear en una Vespa de madera…
Cuál fue el criterio para elegir las canciones que aparecen en le disco?
Son temas que se instalaron en mi cabeza y me apetecía plasmarlo de esta forma.Son como conchitas que recoges en la playa llenas de buenafortuna.
Salvo tres temas suyos el resto son versiones; Es este un disco, fundamentalmente, de versiones?
Esta claro que sí.
Ahora que todos los artistas llenan sus discos de temas propios ¿Qué le ha impulsado ha hacer este disco como este “tan poco personal”?
Difiero en lo de poco personal. Tengo temas originales pero me apetecía esta forma de globalizar la música a través de mi óptica particular. Traducir y adaptar es crear algo nuevo. Además te transfiere poderes, semánticos y melódicos.
Tanto “Caravan” como “Al filo de la medianoche” (Round about midnight”) están cantados en castellano; ¿Ha sido muy difícil su adaptación a nuestro idioma? ¿Ha contado con la ayuda de algún poeta o escritor para sacarlas adelante?
Las canciones las he traducido siguiendo un criterio lúdico, sin pretensiones.
Excepto la canción de “El Molino de mi amor” adaptada por la genial pluma de Javier Krahe.
Las voces para el cante son las de Eva Duran, con la que ya ha trabajado en anteriores ocasiones, y Carmen Paris; ¿Por qué sólo voces femeninas y por que estas dos cantantes?
Con Eva Durán llevo bastante tiempo trabajando y es la que me permite plasmar estas ideas y Carmen París es amiga y una gran cantante. También esta la voz masculina de Glaston Galliza.
No teme que los asturianos se mosqueen con la versión que hace de “Asturias patria querida”, que es su himno?
El otro día me dijo un asturiano que estaba encantado con mi versión. Está hecha con mucho cariño y respeto y caerá más de una fabada, y natillas, a cuenta de este Asturias.
Hablando de himnos; ¿espera que “Conil, belleza singular” se convierta en el himno de ese pueblo?
Lo de himno es algo pretencioso. Es una recreación, un ensoñamiento en las coordenadas de esta Villa. Viva la morcilla de Conil.
En el disco hay un buen número de colaboradores, está casi todo el mundo del “quien es quien en el jazz en España”; ¿fue complicado conjuntar a tantos músicos y hubo que hacer mucho trabajo de logística?
No ha sido nada díficil porque todos son amigos y ya colaboré con ellos en otros proyectos. No es un disco de encargo. Como ha estado escalonado en el tiempo, ha sido como quedar a tomar cañas con todos ellos sucesivamente.
Como se ha sentido tocando rodeado de tanta gente cuando en sus directos lo hace o sólo o a dúo en con grupos muy pequeños?
He tenido ya varios conciertos en quinteto y sexteto. Da igual el número de componentes. Lo importante es la comunicación y el entendimiento.
A lo largo del disco, tanto en la música como en las imágenes, Cádiz está muy presente ¿Qué significa ser de Cádiz?
Aparte de poder disfrutar de las playas durante todo el año no creo que represente nada más. Cádiz tiene más relevencia desde fuera que desde dentro, Es un mito de humo pero que sabe bien.
Otra idea presente en este disco es la de viaje, ¿se ha sentido alguna vez como Ulises volviendo a su casa? ¿Añora salir de nuevo de viaje?
Lo del viaje en la portada es un homenaje a mi padre que fue empleado en los autobuses Comes. Siempre estoy de viaje, incluso cuando me transporto a algún lugar.
¿Es más cerebral o sentimental a la hora de tocar?
Las dos cosas porque hay que controlar el pulso con los músicos y hay que dejarse ir.
¿Qué queda del niño que empezó a tocar la guitarra en una barbería?
Espero que mucho. Eso sí que es un valor para todos. La inocencia del niño como fuerza creativa.
La última; tengo entendido que ha empezado a estudiar Filosofía, ¿Qué cree que puede aportar la Filosofía a su música? ¿Cree que Platón. Aristóteles, Spionoza o Nietzche pueden cambiar el sentido de su música?.
He retomado mi carrera que dejé hace casi 30 años. Lo hago como satisfación personal. Creo que los grandes pensadores pueden aportar mucho a la música. Hay un afán universalista, un ansia por comunicar, una claridad de sentimientos y ya es hora de poner palabras y pensamientos a lo que sale de dentro ¿Por qué no?.
José Manuel Pérez Rey