Byung-Chul Han: La agonía del Eros

El filósofo germano-coreano Byung-Chul Han es, desde hace, al menos una década, una de las estrellas rutilantes de la filosofía europea y su libros son esperados con devoción por sus muchos seguidores.

Byung-Chul Han (Seúl, Corra del Sur. 1959) dio el pelotazo filosófico con ‘La sociedad de la transparencia (2012) pero su consagración se debió a ‘La agonía del eros’, publicado en 2014 y que ahora alcanza la tercera edición, justo la que traemos aquí y ahora.

Si algo hay que agradecerle a este profesor de la Universidad de las Artes de Berlín es la brevedad de sus libros; raramente superar las cien páginas y eso si ponen letra grande.

El que sean breves no significa que sean ligeros, antes bien todo lo contrario, porque Byung-Chul Han tiene un estilo muy heideggeriano, muy trascendente, como si mañana mismo llegase el apocalipsis. Desde mi más absoluta ignorancia de la filosofía si diré que el éxito de este filósofo se debe en buena medida a que todo lo que propone es puramente apocalíptico, y eso siempre atrae y vende. Si empiezas a escribir o decir que vivimos en el mejor de los mundos posibles no vendes ni agua en el desierto.

En ‘La agonia del Eros’ el filósofo alemán explica por qué Eros (el sexo, vamos) agoniza y el pensamiento llega, a su entender, a su final. En este libro están buena parte de las ideas de Han, desde la sociedad del rendimiento y la auto-explotación al narcicismo y la depresión pasando por la positividad, su crítica al consumismo y su rechazo al porno, cuestión está que ya trataba en su seminal ‘La sociedad de la transparencia’.

En los siete breves capítulos de ‘La agonía del Eros’ Han analiza la película ‘Melancolía’ de Lars Von Trier, critica a Foucault, relee a Hegel y su idea sobre el amor (algo que después hizo Fussaro) y finaliza aseverando que el amor, al que hay que salvar, es necesario para el pensamiento.

Si te interesa en algo la filosofía contemporánea leer a Byung-Chul Han, aunque sea para después criticarlo en plan BDSM, es ya casi una obligación ya que, ciertamente, es un pensador que ha sabido diseccionar muy bien algunos de los males de la sociedad capitalista (las sociedades comunistas, como es bien sabido, no tienen ningún interés) tal y como se puede leer en ‘La agonía del Eros’.

Una nota final; el libro tiene un prólogo del filósofo francés Alain Badiou que lleva por título ‘Reinventar el amor’, y que está bien, lo que demuestra que puedes apoyar el genocidio perpetrado en Camboya por Pol Pot y sufrir por el final del amor. Y, cabe suponer, que no hay contradicción posible.

Vale.