Con ‘Comuneros’ el escritor y guionista de cine Domingo Alfonso ha querido rendir un sentido homenaje a los hombres y a la mujer (María Pacheco) que protagonizaron aquella revuelta (llamarla revolución es un exceso a todas luces) contra la corte de Carlos I de España y V de Alemania y que duró de 1520 a 1522.
Sí, ahora se celebran los quinientos años de la derrota comunera a manos de los virreyes españoles que estaban del lado de Carlos I.
‘Comuneros’ más que una novela histórica es una historia novelada. Hay ficción, sí, pero sobre todo hay historia; nombres, fechas y hechos comprobados empíricamente.
Con esta novela Domingo Alfonso también ha querido escribir una novela política, y para allanar el asunto ha dividido los bandos en muy buenos (con algún malo para que no se diga), todos los comuneros; y muy malos (con algún bueno), todos los realistas o imperiales.
‘Comuneros’ está dividido en tres partes temporales. Una se desarrolla en 1528, cuando dos siervos de María Pacheco llevan sus restos para ser enterrados al lado de su esposo Juan Padilla, uno de los líderes de la revuelta.
El segundo es el relato que hace Juan de Sosa, capellán de María Pacheco, sobre los inicios, desarrollo y final de la revuelta comunera. Este tiempo es el que ocupa el centro de la narración.
Por último, y trufando el anterior relato, se cuenta el encuentro y la partida de ajedrez que disputaron la que fue conocida como la Leona de Castilla y El último Comunero, junto a su hermano Diego Hurtado de Mendoza.
A favor del relato planteado por Domingo Alfonso juega el rigor histórico (aunque sea de parte) con el que presenta la historia y que invita al lector a querer saber más del asunto (ahí está el peligro de que te enteres de que las razones que había detrás de la revuelta no son tal y como la plantea Alfonso).
En contra juega el hecho de que a ratos el autor de la narración es tan enfático en la defensa de sus personajes, sobre todo de María Pacheco, que cae directamente en la hagiografía (hay vidas de santas que han sido alabadas con los elogios que le dedica a esta mujer y que pueden dar lugar a una cierta vergüenza ajena).
Coda final: ahora que se celebran los quinientos años de la derrota comunera hay que decir que aquel hecho, fijado en la imaginería popular gracias al famoso cuadro de Antonio Gisbert Pérez, está sobrevalorado.
Por esa misma época, 1519-1523, tuvo lugar al revuelta de las Germanías en el Reino de Valencia, y unos años antes, de 1467 a 1469, ocurrió la Revuelta Irmandiña en Galicia, considera como a mayor revuelta europea del siglo XV; pero, ¡ay!, a estas nadie las pintó y, aún menos, las ha contado.
Por cierto, por esos mismos años un tal Juan Sebastián Elcano daba la primera vuelta al mundo.
I. Letrado
Editorial: Algaida Páginas: 479 Año: 2022 |