La leyenda del Santo Bebedor es la última obra del novelista centroeuropeo Joseph Roth (1894-1939), y fue publicada por primera vez en 1939, pocos meses después de la muerte de su autor.
Sobre las circunstancias en las que fue escrita y la situación en la que se encontraba en propio Joseph Roth (exiliado en Paris huyendo de los nazis- Roth era judío- y convertido en un ‘sin techo’, en un ‘clochard’, que dicen los franceses) ya se ha escrito mucho, y aquí nada vamos a aportar nada que otras ilustres plumas no hayan dicho ya.
No sé dónde leí esto: « No hay que buscarle al texto más interpretaciones que las que exhiben sus claras palabras, y sin embargo queda un regusto alegre y satisfactorio en esa pertinaz búsqueda de la bebida del protagonista, como si el fuerte calor de la absenta fuera la base de toda su existencia.» Doy fe de ello.
La trama es, brevemente, como sigue: El vagabundo Andreas Kartak, originario de las provincias orientales del Imperio austrohúngaro, encuentra una noche, bajo los puentes del Sena, donde vive, un enigmático desconocido que le ofrece doscientos francos.
El ‘sin techo’, que tiene un puntilloso sentido del honor, en principio no quiere aceptarlos, porque sabe que nunca podrá devolverlos. El desconocido le sugiere restituirlos, cuando pueda, a la santa Teresita de Lisieux de la iglesia de Sainte Marie des Batignolles.
Desde este momento, la vida del Santo Bebedor es un continuo acercarse y perderse en el camino hacia la iglesia, para cumplir su compromiso.
Andreas Kartak quiere devolver el dinero, pero nunca lo logra porque siempre es desviado o por mujeres de su pasado que vuelven a su presente, o por viejos amigos que reaparecen como comparsas fantasmales, y todo ello siempre acompañado por la ingesta de buenas dosis de absenta. Y hasta aquí puede contarles.
La edición que aquí traemos es la aparecida en Anagrama dentro de la colección ‘Compactos 50’, con el que la editorial barcelonesa celebra sus 50 años, y en ella hay que destacar también el prólogo, escrito por Carlos Barral (quien fue editor de Seix Barral) en 1981 y que no tiene pérdida, y que es toda una oda al vino y, en última instancia, al buen vivir.
Gracias a su brevedad, La leyenda del Santo Bebedor de Joseph Roth se lee de una sentada.
Editorial: Anagrama Páginas: 93 Año: 2019 Traducción: Michael Faber-Kaiser |