Cory Henry: Something to say

‘Something to say’ es el último disco (porque todavía hay discos y cedés) del baterista, compositor y productor Cory Henry.

En su conjunto ‘Something to say’ es un disco al que se le podría calificar, así en plan maestro de escuela (o lo que haya ahora por ahí, o el nombre que reciban posmodernamente), de notable alto.

Pero hay dos temas, ‘Icarus’ y ‘No guns’ que sobrepasan el sobresaliente. Atrapan desde la primera escucha por su sutileza, sus armonías, su melodía y por esa capacidad de emocionar que tiene la música y que no tienen el resto de las artes.

Estas dos son de esas canciones que se pueden escuchar una y otra vez, así en plan TOC, sin que cansen ni aburran. Ellas justifican por si solas este disco.

Este nuevo cedé de Cory Henry se puede dividir en dos partes. Las seis primeras podrían calificarse de laicas, mientras que las cinco restantes entrarían dentro del rubro de políticas/religiosas.

Las primeras son soul y R&B de toda la vida, mientras que las segundas tienen un sesgo más gospel y una mirada más política a todos los temas que les preocupan a los negros anglosajones en los Estados Unidos, ya sabéis, el Black Lives Matter, el #MeeToo y todas esas historias (no sé si aquí incluir el tema de la Teoría Social Crítica, pues todo está bastante mezclado).

‘Icaus’, ‘No guns’, ‘Black man’, ‘Say their names’, son títulos suficientemente explícitos.

Los que saben de jazz conocen bien a Cory Henry, pues fue el primer organista de Snarky Puppy, además de ser el líder de The Funk Apostle (y para quienes quieran apreciar su versatilidad buscar en la red el vídeo que ha realizado junto a los Scary Pokets cantando ‘Everybody Wants to Rule the World’, que lanzó a la fama a los britons Tears for Fears).

O sea, que ‘Something to say’ de Cory Henry es un disco para disfrutar sin miramientos.

Vale.