Lugar: Estadio de Anoeta. Donostia Fecha: 17 de mayo de 2016 |
Comentar un concierto de Bruce Springsteen es muy fácil: no decepcionó y, una vez más, y ya son tres en Donosti, arrasó y dejó muy claro porque el título de Boss (Jefe) no le queda grande y la hace justicia.
Pero comentar un concierto de Bruce Springsteen es muy difícil, porque ¿qué cosa nueva se puede decir?, ¿qué se puede contar que ya no se haya dicho hasta la saciedad?
Si hay algo que verdaderamente apabulla en Bruce Springsteen son los números que se manejan: 43.000 espectadores que llenaron por primera vez en mucho tiempo el estadio de Anoeta (ya le gustaría a la Real Sociedad tener la mitad de seguidores tan entregados como los tiene el cantante de Long Branch), 66 años de edad de tipo que no los parece (a esta edad muchos de los llamados trabajadores ya están retirados y esté hombre con millones en su cuenta bancaria sigue al pie del cañón como si tuviese que ganarse cada día el fervor de sus seguidores); tres horas y cuarenta minutos de concierto (en este tiempo hay bandas que hacen cuatro conciertos) y un repertorio de 34 canciones, que son, muchos de ellos auténticos himnos.
Bruce Springsteen con su E Street Band arrancó con ‘Working on the Highway’ y acabó, a guitarra acústica y armónica, con ‘This Hard Land’, y en medio, sin tregua ni piedad, sonaron ‘My Love Will Not Let You Down’, ‘Independence Day’, ‘The River’, ‘Born in the U.S.A’ y ‘Born to Run’, que las tocó seguidas, o ‘Dancing in the Dark’.
Uno de los aspectos que diferencian a Bruce Springsteen del resto de megaestrellas del rock es que él quiere ver la cara de su gente, de esas miles de personas que hacen que él haya llegado a ser lo que es, y así, desde ‘Rising’ y hasta el final, las luces del estadio se encendieron para que todos, aquí sí, pudiésemos vivir una comunción musical, ya sí fue impagable lo que de la joven que subió al escenario, entre otras cosas.
Si hubiese que ponerle un ‘pero’ a su actuación sería que, a diferencia de Barcelona, en Donosti no realizó ningún homenaje a Prince. Pero es ya es para nota del quince.
Como parece que Bruce Springsteen viene por la capital donostiarra cada cuatro años, la primera fue en 2008, la segunda en 2012 y está de 2016, la próxima será en 2020, pero aquí espero equivocarme y que venga antes; y es que habida cuenta de lo que se vivió en Anoeta parece que a Springsteen le gusta la capital donostiarra (y es que aquí se come y se bebe muy bien).
El Boss sigue siendo El Boss.
Q.E.D.