La pianista madrileña Marta Sánchez acaba de editar su segundo disco La espiral amarilla (Errabal), que supone un importante salto adelante en la trayectoria musical de esta joven mujer tras su debut discográfico hace tres años con Lunas, soles y elefantes (Errabal) ya que ahora está acompañada de un cuarteto y sus composiciones se han hecho más más sólidas, seguras y personales. Y es que como ella misma reconoce “soy un músico que va mejorando poco a poco, a base de trabajo diario”.
Para Marta Sánchez lo difícil no es ya grabar un disco, lo verdaderamente complicado es “concebir tu propio proyecto”. Este nuevo trabajo quiere reflejar, entre otras cosas, el yo actual de la interprete y compositora; y reconoce que se siente “muy reflejada en mis composiciones”. Frente a otros artistas que llevan sus creaciones más como apuntes, el caso de esta pianista es todo lo contrario: “cuando llevo un tema a la sala de ensayo está muy pensado y, básicamente terminado, raramente se modifica por opinión de terceros”.
¿Cómo surge la posibilidad de grabar su segundo disco?
Poco después de salir publicado el primer disco: Lunas, soles y elefantes, llegó a Madrid procedente de Cuba el saxofonista Ariel Bringuez, un músico que nada más escucharlo, me hizo sentir la necesidad de ampliar la formación de trío a cuarteto. Poco a poco fue surgiendo nueva música, y cuando había material suficiente y el cuarteto estaba sólido como grupo, sentimos la necesidad de registrarlo. Gracias al apoyo de David Gotxicoa, amigo, presidente de Jazzargia y diseñador gráfico de la discográfica Gaztelupe Hotsak, entre otros clientes, pudimos llevar a cabo la grabación.
¿Se considera una mujer afortunada por el hecho de haber grabado dos discos en un espacio de tiempo tan relativamente corto?
Bueno, el espacio de tiempo no ha sido tan corto, el primer disco se grabó en el 2007 y el segundo en el 2010, tres años en los que yo como músico, tanto como intérprete como compositora, he cambiado mucho. Creo que era necesario reflejar mi yo actual. Afortunada me siento por haber podido llevarlo a cabo, contar con el apoyo de una discográfica y, sobre todo, por poder hacerlo junto a estos tremendos músicos; no obstante, creo que hacer un disco y editarlo está al alcance de todo el mundo, hoy en día puedes grabar de manera muy económica… lo más difícil es concebir tu propio proyecto, componer la música, y poder entusiasmar a los músicos que van a hacer que esa música suene como tu quieres.
¿Qué es La espiral amarilla?
Es el título de uno de los temas, y no significa nada, es sólo una imagen que a mi me evoca, a nivel visual, algo parecido a lo que me evoca la música recogida bajo ese título.
En La espiral amarilla hay un punto muy latin jazz. ¿Va a continuar haciendo algo en esa línea?¿Por qué cree que el latin jazz tiene tan poco predicamento entre los jazzmen españoles?
Bueno, me sorprende que me digas eso, yo no he tratado de hacer nada latin, por lo menos de manera consciente. La verdad es que apenas he escuchado latin jazz y no tengo muchas influencias de este estilo, quizás, si percibes algo, será por la manera de tocar de Reinier Elizarde y Ariel Bringuez, que aunque mucho más influenciados por el jazz que por el latin, indudablemente, lo llevan en la sangre, han crecido con ello, y han trabajado mucho en Cuba tocando este estilo.
No creo que el latin tenga poca aceptación entre los músicos españoles, lo que ocurre es que no lo llevamos dentro… España, y, sobre todo Madrid, está llena de músicos latinos que tocan salsa al nivel más alto… para ellos es algo natural, al igual que surge de una manera más natural aquí fusionar el jazz con el flamenco, y hay muchísimos ejemplos de ello.
¿Hormigas verdes es un homenaje a la película Donde sueñan las verdes hormigas de Werner Herzog o es recuerdo de alguna experiencia con esos insectos?
La verdad es que ni una ni otra… y para no romper el misterio, mejor no te cuento de donde viene el título…
¿Se considera usted una hormiga del jazz?
Bueno, en cierta manera podría serlo, en el sentido en que soy un músico que va mejorando poco a poco, a base de trabajo diario…
¿Huye de algo con Fuga I?
No, que va, se llama Fuga I porque es una fuga, una forma musical muy popular durante el barroco… Hace un tiempo estuve tomando clases de composición con Guillermo Klein, un grandísimo compositor que me mostró cómo él había utilizado una fuga de Bach como base estructural para crear sus propias fugas, desarrolladas con orquestación, ritmos y melodías más contemporáneas… Así que hice lo mismo, utilicé como base una fuga de Bach, analizando como iba entrelazando sujeto, contrasujeto, etc, etc (conceptos musicales que le resultarán familiares a muchos músicos), y creé mi propia fuga, que al ser la primera que llevaba a cabo, pasó a ser mi Fuga I…
En el tema que abre el disco, Ambrosia (o una historia de amor), utiliza la voz como instrumento. En su caso, el amor necesita tener voz?
Qué va!… pero la voz, junto a el saxo, crea un timbre muy expresivo, que es justo lo que quería para ese tema… En Hormigas verdes uso un xilofón de juguete junto al piano… muchas veces un determinado timbre multiplica por mil la sensación que quieres evocar con una determinada melodía o armonía…además, ese tema lo compuse en especial para Ángela Cervantes, que es la cantante que pone la voz, tiene incluso una letra escrita por ella que solemos interpretar en los directos…
¿El interesa el jazz vocal para desarrollar sus propios proyectos en el futuro?¿Le oiremos algún día cantar?
Me interesa mucho la voz como instrumento, es superexpresiva, así que sí, la respuesta es que si me interesa… no creo que me escuchéis nunca cantar porque canto fatal, ojalá pudiera cantar, me encantaría… alguna clase he tomado, pero creo que hasta dentro de unos 50 años no estaré preparada…
En los títulos de sus canciones parece detectarse una cierta ironía. ¿Hay que mirar la propia música con una cierta distancia?
En realidad, me siento muy reflejada en mis composiciones, pero quizás los títulos no reflejen tan bien la música, la mayoría de los títulos vienen a posteriori, y quizás ahí es donde esté la ironía…
Dicen de usted está en la línea de pianistas como Brad Melhdau. ¿Se reconoce en ello o es un lugar común?
Brad ha sido y es una gran influencia para mi como creo que para casi la mayoría de los pianistas de mi generación, pero ni mucho menos es el único… Tampoco creo que mi música, sobre todo la de este disco, tenga mucho que ver con lo que hace Brad, y a nivel interpretativo… no podría ni acercarme a tocar lo que él toca!
Aquí también acompaña, no sólo ejerce de líder, ¿Cómo se ha sentido en esta faceta?
Es muy divertido acompañar cuando estás dentro de una sección rítmica en la que existe constante interacción, y cuando al frente hay un solista que propone constantemente y se deja influenciar por todo lo que pasa… de eso trata la música…
Cada vez hay más mujeres instrumentistas de jazz, que no son sólo cantantes. ¿Cree que esta música está dejando de ser un coto masculino?
Poco a poco va habiendo más mujeres, tal y como dices, aunque la mayoría masculina sigue siendo abrumadora… habrá que ver qué pasa en las siguientes generaciones…
¿Cree que cada vez el jazz tiene más nombre de mujer?
Creo únicamente que cada vez hay más mujeres jazzistas, aunque mujeres destacadas las ha habido desde casi los comienzos… Da la impresión de que en las escuelas de jazz ya casi hay el mismo número de niñas que de niños, pero ya veremos con el tiempo…
¿Sus composiciones las somete a la consideración de sus compañeros?
Me interesa la opinión de ellos, pero cuando llevo un tema a la sala de ensayo está muy pensado y, básicamente terminado, raramente se modifica por opinión de terceros…
¿Este disco representa la actual escena jazzísticas madrileña en cuanto la formación?
No, no lo creo… la escena jazzística madrileña es variada, y, en general, existen pocas formaciones con música original y un poco en la línea del jazz contemporáneo, aunque poco a poco esto va cambiando… la verdad, no creo que nuestro disco represente precisamente la actual escena jazzística madrileña…
¿Diría que usted es una representante de eso que se podría llamar la ‘escuela de Madrid del jazz’?
No, para nada…
Ha pasado de trío en su primer disco a cuarteto en este. ¿Qué busca con la ampliación del grupo?
Como comenté antes… básicamente me sentí fascinada por la manera de tocar de Ariel, me inspira y me emociona, por lo que sentí la necesidad de hacer algo junto a él… por supuesto, su manera de tocar y el hecho de ser un cuarteto, han influido mucho en la música, las composiciones son un poco más complejas, porque juego con melodías entrelazadas entre piano y saxo, busco diferentes texturas y trato de explotar los diferentes instrumentos y los ambientes que se pueden crear entre ellos…
¿Del anterior grupo sólo continúa Andrés Litwin?
Andres también es un batería que me inspira mucho, además de ser mi novio… No me canso de tocar junto a él, además de sus habilidades técnicas y profesionales, es un grandísimo músico que crea constantemente y siempre busca más allá…
Reinauguró El Bogui uno de los grandes locales de jazz de Madrid, ¿Sintió esta elección como un reconocimiento a su carrera?
Fue una casualidad, siempre me he sentido muy vinculada al Bogui, es un club en el que he tocado mucho y al que he ido millones de veces a ver conciertos, era mi segunda casa… cuando el disco iba a salir, y el Bogui iba a abrir, le planteé a Dick la posibilidad de hacerlo allí, a lo cual respondió con una afirmación… buscamos un día que pudiéramos todos los integrantes del cuarteto y ese día fue el 23 de febrero… Por aquel entonces, la idea de Dick era abrir mucho antes, así que nos apuntó en su programación como un concierto más… casi no lo hacemos, porque no estaba claro que fueran a abrir los miércoles… bueno, que un día Dick me llamó y me dio la noticia, y lo que sentí es que un amigo como Dick confiaba en nosotros para su gran día, la reapertura del Bogui tras dos años de precinto. Dick se ha caracterizado no sólo por traer músicos consagrados de Madrid y de fuera de la capital, sino por apostar por los jóvenes y las nuevas formaciones, así que supongo que también, de alguna manera, representábamos un poco su filosofía… no sé…
¿Se puede vivir del jazz o hay que dedicarse a otros trabajos más alimenticios?
Yo vivo del jazz…
¿Cree que en el jazz español hay compartimentos estancos incomunicados entre sí por cuestiones de edad y lugar de residencia sobre todo, o todo lo contrario?
No, no creo que haya compartimentos estancos… creo que hay mucha comunicación entre diferentes ciudades, de hecho… yo por lo menos lo siento así, me gusta meterme en los myspace de los músicos de diferentes ciudades, e ir a verlos cuando puedo, tratar de conocer lo que hacen por ahí… siempre hay diferencias generacionales, pero también muchos músicos que llevan toda la vida y no paran de renovarse, con lo que no es tanto una cuestión de edad como de evolución…
¿Qué es más difícil ahora; grabar un disco o lograr actuaciones en directo?
No sé… no me gusta pensar en términos tan negativos… yo he podido sacar disco, puedo tocar con mi cuarteto, tengo actuaciones suficientes para vivir de ello… y no me supone una dificultad, es una bendición poder aprender, tocar, sea donde sea…
¿Qué lugar ocupan las redes sociales y las nuevas tecnologías en su música?
Mira, lo que te comentaba antes de poder escuchar a tus compañeros o a cualquier músico que no tiene discos grabados a través de myspace es una pasada… también lo de spotify… para mi las ventajas son mucho mayores que las desventajas…
¿Merece la pena seguir grabando discos con esto de la piratería?
¿Piensas que grabamos discos para ganar dinero o para intentar comunicar algo con nuestra música?
José Manuel Pérez Rey