Chip Wickham: The Eternal Now

A poco que te guste el spiritual jazz, el ambient jazz o la música progresiva «The Eternal Now», el nuevo trabajo del saxofonista y trompetista británico Chip Wickham se va a convertir en uno de tus discos favoritos.

En el que es, hasta el momento y según mi entendimiento, su disco más logrado, Wickham busca conectar espiritualidad, groove y una sensibilidad melódica refinada. Aquí este saxofonista cosmopolita (vive entre Londonistán y Madrid, con frecuentes escapadas a Oriente Medio) aúna su pasado en el mundo del breakbeat, con el esplendoroso presente del jazz británico moderno en su parte del jazz espiritual.

La premisa declarada sobre la que se asienta la totalidad del disco —crear en el momento presente, soltar y dejar que la música fluya «sin que el pasado ni el futuro importen»— funciona como eje filosófico del álbum.

Desde el inicial ‘Drifting’ hasta el final ‘Outside’, las texturas son envolventes, el ritmo fluye sin apuros y la flauta (y otros vientos) se deslizan en capas etéreas creando atmosferas meditativas bien logradas que invitan al oyente a una escucha atenta.

En «Eternal Now» (Eterno ahora) Wickham no se queda en fórmulas gastadas: se perciben pasajes modales, diálogos instrumentales, momentos más densos de improvisación y otros prácticamente minimalistas o meditativos. Todo esa diversidad, unida sutilmente, hace que el conjunto del disco gane en amplitud, y lo que es más destacable, que no aparezca disperso.

Todo eso podría resumirse en el clásico de «todos para uno y uno para todos».

«The Eternal Now», que ha sido coproducido por el propio Chip Wickham y el trompetista y productor Matthew Halsall (fundador de Gondwana, donde ha aparecido el disco), es un álbum que invita a la inmersión pausada, a dejarse llevar por su pulso meditativo y por su saludo al presente musical. Su fortaleza está en lo íntimo, en lo sutil, en cómo va hilando momentos con cuidado y sensibilidad.

Delein.