El museo imaginario de las obras musicales de la filósofa Lydia Goehr se convirtió prácticamente desde su edición original en el año 1992 en un libro de referencia sobre la filosofía de la música, sección filosofía analítica., así como en los musicólogos de toda condición.
En su denso y, a ratos, inextricable (demasiada jerga analítica para los continentales) texto esta filósofa intenta dar una respuesta a la pregunta ¿Qué significa, desde el punto de vista filosófico, musical e histórico, hablar de la música en términos de ‘obras’?, que entiende que es clave para entender qué es esto de la música.
En ‘El museo imaginario de las obras musicales’, que tiene por subtítulo ‘Un ensayo de filosofía de la música’, Goehr describe cómo el concepto de obra musical cristalizó plenamente en torno a 1800, y posteriormente definió las normas, expectativas y pautas de comportamiento que han llegado a caracterizar la práctica musical clásica.
Lydia Goehr analiza con detalle las propuestas ontológicas sobre qué es la música que propusieron tanto Nelson Goodman como Jerrold Levinson, para rechazar, sin descartarlas del todo, ambas, ya que tanto en la propuesta analítica de Goodman como en la platónica de Levinson, la filósofa encuentra aciertos que han de tenerse en cuenta.
Para ser sincero , hay un momento en que da ganas de dejar de leer ‘El museo imaginario de las obras musicales’, sobre todo cuando la filósofa plantea que varios de los autores analizados plantean que una cuestión es la teoría y otra la práctica, y que lo que dicen no tiene porqué ser tomado en serio a la hora de interpretar música. Vale, lo entiendo, pero entonces todo se reduce a juegos florales de filósofos, y eso, francamente, no tiene ningún interés.
Si los ensayos filosóficos tienen que valorarse no tanto por las respuestas que dan sino por los interrogantes que abren, lo cierto es que ‘El museo imaginario de las obras musicales’ plantea al lector un buen número de cuestiones, siendo la primera y más importante, porque ha quedado sin responder, es ¿qué es la música? (vale, y tú me lo preguntas, la música eres tú, que diría un castizo –si es que queda alguno).
Libro denso, por momentos trabado, no apto para todos los públicos (sólo para amantes y amados de la música), pero que merece una lectura para intentar saber qué esto de la música y cómo y por qué se ha llegado a donde se ha llegado.
Una última cuestión: las razones que se esgrimen para pensar la música sólo en clave de ‘música clásica’, y dejar fuera del pensamiento a todas las música populares, son más bien poco convincentes y exhalan un pequeño tufo clasista.
Vale.
Editorial: Trotta Páginas: 381 Año: 2023 Traducción: Sixto Castro |