Manuel Cruz (ed.): Ante el desorden del mundo

‘Ante el desorden del mundo’ es un libro colectivo coordinado por el filósofo y político Manuel Cruz.

Este libro es una actualización, por así decir, del libro ‘Odio, violencia, emancipación’ aparecido en el año 2007 y que recogía un ciclo de conferencias celebrado en el año 2005 en el Centro de Cultura de España de Buenos Aires. Aquel título aparece ahora como subtítulo.

En este nueva edición ha habido cambios importantes; han desaparecido autores y se han incorporado nuevas firmas, sobre todo femeninas ya que la primera entrega estaba toda ella escrita por hombres.

Hay otra diferencia; si en la primera entrega de este libro loas autores eran argentinos y españoles a partes iguales, ahora sólo quedan dos autores argentinos y los otros ochos son españoles (no le vamos a sacar punta esto,…).

Salvo ‘Terrorismo local y responsabilidad ciudadana’ del filósofo Aurelio Arteta, que no ha modificado ni una línea de lo escrito en 2005, tal es la actualidad de su planteamiento, y que acaba siendo uno de los mejores textos de ‘Ante el desorden del mundo’, el esto de los autores presentes o han modificado algo sus planteamientos originales o han escrito, obviamente, textos nuevos.

Al igual que sucede con los discos recopilatorios, que dan una visión general de un estilo musical o una mirada amplia sobre la carrera de un músico, y que, por lo general acostumbran a ser cedés muy irregulares, a este ‘Ante el desorden del mundo’ le sucede lo mismo.

Además del ya señalado artículo de Aurelio Arteta, cabe destacar la aportación de Carlos Thiebaut con su ‘El odio siempre nos acompañará,…’, donde logra que deseemos ser, de una manera u otra, seres que odiemos, eso sí, con un odio virtuoso.

Obviamente en ‘Ante el desorden del mundo’ hay mucho sesgo político (cabe recordar aquí que Manuel Cruz es miembro del PSC y que fue presidente del Senado de España, y eso, claro, se quiera o no, pesa), y la selección de los elegidos para esta ocasión así lo pone de manifiesto, pero nadie dijo que este tenía que ser un libro perfecto.

Vale.