Brenna Whitaker: ‘Brenna Whitaker’

Apuntar este nombre para el futuro, porque, creo, dará que hablar (y si me equivoco… pues no pasa nada): Brenna Whitaker. que debuta en esto de los discos con un cedé que lleva por título su nombre. Una presentación en toda regla.

Vale, lo suyo es un puro ‘croosover’, que pica de un poco de todo, desde el R&B al jazz pasando por el soul y el pop más popular (hay temas de Etta James, Burt Bacharach, Peggy Lee o Percy Faith); ¡pero funciona, coño!, ¡funciona!.

Vale, la chica, originaria de Kansas, a ratos puede recordar a esas cantantes de concursos televisivos de nuevos talentos tratando de imitar a Whitney Houston y demás; ¡pero funciona, coño!, ¡funciona!; y a estas alturas de la vida es ya lo único que debe importar.

Vale; todo eso y mucho más si se quiere, pero ante su versión de ‘You don’t own me’, que popularizó a principios de los sesenta Lesley Gore, hay que sacarse el sombrero porque logra sacarle un gran partido, y hace una de las mejores que conozco (mejor que la de Grace de lejos).

Salvo una canción que no voy a nombrar, las otras once funcionan muy bien y muestran a una joven dispuesta a comerse el mundo, que ha contado con una buena producción (detrás está el prestigioso compositor y productor David Foster) y con un disco echo a su medida.

Aparte de la ya mencionada ‘You don’t own me’, también cabe destacar el tema que abre el cedé ‘Black and gold’, que es el single (si estas cosas todavía existen para las radiofórmulas y asimilados) del álbum, o el ‘When I’m gone’ con su coro góspel, y las dos versiones de temas de Bacharach&David; ‘Anyone who had a heart’ y ‘A house is not a home’.

Vale, faltan pocos días para la Navidad, ese tiempo de paz, música, comilonas (lo de gastronomía lo dejamos para otro momento), regalos y amor y también el tiempo de dejar de ser dogmáticos y sectarios. Y sí, vale la pena recomendar este ‘Brenna Whitaker’.

Jon Liar