El filósofo germano-coreano Byung-Chul Han, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2025 A.D. es un pensador que no deja indiferente; o se le reverencia con pasión, o algo similar; o se le odia con odio cainita sin miramientos.
Con su último libro «Sobre Dios. Pensar con Simone Weil» va a profundizar en esa división, ya que, ciertamente, no es un libro que deja frío.
Los lectores habituales de Han estaban esperando un libro como este, pues el tema de Dios era un asunto que había tratado, aunque de forma colateral en libros como «Loa a la tierra» y «Vida contemplativa».
En este acercamiento directo a la experiencia de Dios el pensador de origen coreano lo hace de la mano de una de las figuras filosóficas más paradójicas del siglo XX, la filósofa y mística francesa Simone Weil. Esta mujer, que de alguna manera se dejó morir con 34 años, tuvo una profunda experiencia mística durante la Semana Santa de 1937 cuando se encontraba en una capilla románica del siglo XI en Asís, asociada a San Francisco.
Weil de origen judío no practicaba el judaísmo y a pesar de su experiencia mística con el Dios del catolicismo no se convirtió a la fe de y en Cristo (creía en Dios pero eso de la Virgen ni lo tocaba). Fue de izquierdas, participó en la Guerra Civil Española, de donde salió espantada, pero mantuvo una fuerte relación intelectual con el escritor Charles Maurras, un judío como ella pero en el lado ideológico diametralmente opuesto. De la autora de «La gravedad y la Gracia» el escritor Albert Camus dijo que la consideraba «el único gran espíritu de nuestro tiempo». La vida y la obra de Simone Weil, que viene reivindicándose en los últimos años, dan para mucho.
Esta conversación, bueno, más bien un monólogo donde Byung-Chul Han reafirma sus conocidas posturas sobre la sociedad (post-trans o lo que se quiera) moderna, con citas de la filósofa francesa. Y lo hace, como en él es habitual, de una manera breve pero contundente, a través de siete conceptos fundamentales de lo que, a su entender, es, o debe de ser, la religiosidad (que no hay que confundir con la espiritualidad): Atención, Descreación, Vacío, Silencio, Belleza, Dolor, Inactividad.
En «Sobre Dios. Pensar con Simone Weil» hay ética, estética y mística.
Un último apunte; Byung-Chul Han se ha convertido en un ferviente católico –y esta sola idea espantará a más de uno.
Vale.
| Editorial: Paidós Páginas: 135 Año: 2025 Traducción: Lara Cortés |





