Desde las primeras líneas de «La cosecha de hielo» de Scott Phillips (Wichita, Kansas, 1961) ya sabes que estás ante una historia cargada de violencia, tanto física como moral. O sea, que estás ante una novela negra en su sentido más estricto.
Es bastante ¿significativo?, ¿llamativo?, ¿revelador?, sobre la condición editorial en España que este libro se haya editado en el año 2025 A.D., cuando fue editado originalmente en el año 2000 A.D. y que incluso tuvo una adaptación cinematográfica en el año 2005 A.D. dirigida por Harold Ramis e interpretada por John Cusack, Billy Bob Thornton y Connie Nielsen. Pero vamos a pensar que más vale tarde que nunca.
«La cosecha de hielo» fue la primera novela de Scott Phillips y a diferencia de lo que algún escritor ha escrito por ahí de que «ese estilo impetuoso y volcánico, tan característico de los escritores primerizos» en su caso se trata de una escritura fría y calmada. Todo funciona como un bisturí.
En esta breve novela (205 páginas) está lo que tiene que estar, no hay digresiones innecesarias, ni ningún afán teórico-estético, ni nada similar. Sólo una buena historia que, de alguna manera, funciona como una tragedia griega. Y no voy a contar el final porque es realmente sorprendente.
Scott Phillips desarrolla su historia durante la Nochebuena de 1979 en la ciudad de Wichita (Kansas, EEUU), cuando un abogado, malamente divorciado y con dos hijos, que trabaja para un mafioso de cierto nivel que controla los principales antros/bares de copas/salones de striptease de la ciudad, quiere dejar la ciudad porque le ha ido sisando una buena cantidad de pasta a su jefe.
O sea que sí, hay violencia, drogas, sexo, nihilismo, falta de piedad y el protagonista Charlie Arglist tiene algo de aquel cherif Nick Corey de «1080 almas» de Jim Thompson.
De cómo acaba la historia no voy a decir nada, no ya por no hacer un espóiler sino porque merece la pena descubrir la sorpresa final.
«La cosecha de hielo» de Scott Phillips es una novela que todos los aficionados a la novela negra pura y dura no debieran dejar pasar.
Vale.
Editorial: Sajalin Páginas: 205 Año: 2025 Traducción: Diego de los Santos |