The Delines: Mr. Luck & Ms. Doom

Quédate con este nombre, The Delines, y con este título «Mr. Luck & Ms. Doom», porque es de lo mejor que vas a escuchar en esta segunda mitad de 2025 A.D.

Menos mal que hay discos como este, que te reconcilian con la música popular, sobre todo si te has pasado una temporada escuchando música más o menos platónica, de esa trascendental y con pretensiones místicas (cuando no doctrinarias, queriéndote enseñar algo que, en tu ignorancia, no comprendes… pero dejemos esto de lado).

Si a «Mr. Luck & Ms. Doom» hubiese que darle una puntuación entre cero y diez, se llevaría un nueve – los diez están sólo al alcance de muy pocos. Baste escuchar ‘Don’t miss your bus Lorraine’ o ‘Maureen’s gone missing’ para darte cuenta de que estas ante un disco mayúsculo.

He escito es título de dos canciones que me han gustado especialmente pero en este último disco de The Delines, cualquiera de las once canciones que lo componen sirven para engancharte a él como un bebé a la teta de su madre. Tienes, necesitas, escuharlo una y otra vez.

Y ¿quiénes son los responsables de este cuarto disco de The Delines? Pues Willy Vlautin, compositor y artífice del grupo (que además es novelista con siete título a su espaldas, algunas de ellas traducidas al español), seguido por la embriagadora voz de Amy Boone, y el resto de la banda formada por Sean Oldham a la batería, Freddy Trujillo en el bajo) y Cory Gray a los teclados y la trompeta.

Alguien ha escrito por ahí al respecto de esto disco que «déjate embriagar por las historias de perdedores y perdidos narradas con el elegante telón de fondo del country-soul más atemporal que vas a escuchar actualmente. Tengas la edad que tengas, deberías disfrutarlas a la que atesores un mínimo de sensibilidad en la epidermis». Y aquí lo firmamos.

Como será de bueno «Mr. Luck & Ms. Doom» que teniendo una importante dosis de country este disco me ha encantado. Y si lo escuchas a ti también te gustará.

Delein.